LA SEXUALIDAD Y LA COMIDA

Dos amigos inseparables

Desde siempre el acto de comer ha estado ligado a toda la vida del ser humano, esto se debe a que es la primera actividad que une al recién nacido con la madre, tanto que al principio no podrá distinguir entre el alimento y quien se lo proporciona, para él son una misma cosa.

Al transcurrir los años el comer va a estar unido a todos los grandes hitos de la vida humana, cumpleaños, casamientos, aniversarios, congresos, reuniones informales, y en algunas culturas, también con ocasión de la muerte.

Sin duda la sexualidad no escapa a esta regla, desde los llamados alimentos afrodisíacos a ritos eróticos de fecundidad, pasando por los juegos amorosos previos al coito.

La imagen de la noche de bodas está indisolublemente unida a una botella de champaña y dos copas de cristal, sin olvidarse del último piso de la torta de bodas que se le da a los novios.

Todos deben recordar la famosa película "Nueve semanas y media", y en especial la escena de la heladera, el comer juntos, dar de comer al otro, embadurnarlo con ciertos alimentos (miel, jaleas) y después retirarlos con la lengua o derramar bebidas espumosas sobre el cuerpo del otro, tienen un poder de excitación del deseo muy importante.

En el comer y en el acto sexual se dan sentimientos muy profundos y semejantes, como el poseer, asimilar, incorporar, acompañados de una carga de agresividad muy importante.

Frases como te voy a comer... no son ajenas al vocabulario erótico y el intercambio de mordiscos no es algo raro.

Toda cita amorosa está precedida, casi siempre, por una invitación a comer o tomar algo, para luego, en un juego ya establecido, profundizar en la intimidad.

Si nos fijamos en los juegos imitativos de los niños, veremos que hay dos que nunca faltan, hacer comiditas y hacer de papá y mamá, que junto con los doctores son juegos de reconocimiento sexual muy importantes, por supuesto sin la carga de erotismo que es propia del adulto y que muchas veces atribuimos a esos juegos, dándoles mas trascendencia de la que tienen.

A nadie escapa el simbolismo sexual de muchas frutas y verduras, a las que se le han atribuido propiedades afrodisíacas.

Las bacanales romanas marcaron historia y son otra prueba estrecha de cómo estos instintos humanos, (satisfacción del apetito y del deseo sexual) fueron transformados por la cultura, tanto que se deben llamar impulsos.

El ser humano los ha ritualizado y elevado de simple instinto a la categoría de artes, que han estado desde antiguo en estrecha relación al momento de su praxis.

Para terminar cabe destacar la interpretación que vulgarmente se hace del pecado de Adán y Eva, según la tradición judeocristiana, todo les estaba permitido menos comer del fruto del árbol del bien y del mal.

El comer es fruto fue el motivo de su expulsión del paraíso terrenal, comúnmente vemos como se interpreta ese pecado, relacionado a comer, con la relación sexual.

A través del tiempo han cambiado el comer y la sexualidad en sus formas externas de manifestarse, pero nunca han perdido su estrecha vinculación y mutua interdependencia.

 

JOSÉ LUIS SUREDA

 

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