LA PRIMERA VEZ

La iniciación tan esperada

Muchas veces en las charlas con los padres surge la pregunta, ¿cuando debe iniciarse mi hija mujer?,...en el mismo momento que su hijo varón.

Sin duda esta contestación suscita resquemores, porque pone al descubierto, que nuestra sociedad todavía se rige por la doble moral de la mujer buena para casarse, la mala para todo lo demás.

Consecuencia: el varón debe iniciarse tempranamente, con la mujer mala, para "prevenir" la homosexualidad y porque debe "saber para enseñar a su esposa", pesada carga que lo condena muchas veces a problemas sexuales que dificultan su relación con la pareja.

Ya lo hemos dicho otras veces, la iniciación apresurada del varón en un prostíbulo es siempre motivo para un pésimo aprendizaje de la vida sexual, que queda comprimida a su aspecto puramente genital, además que puede ser causa de trastornos sicosexuales como por ejemplo la eyaculación precoz, en que "aprende" que su goce sexual está en cuanto mas rápido logre el orgasmo y la eyaculación, dando paso a un nuevo cliente. La otra persona no cuenta, y se supone que el goce simulado que le vendieron como resultado "de su maravillosa manera de hacer el amor" es el que su mujer debe tener. Si hay problemas es culpa de ella y no de su ignorancia.

Hoy los jóvenes están en otra tesitura, lo que vale es amarse y hacer el amor supone un encuentro con la pareja, porque ¿como hacer de el amor, un trato comercial?, se está haciendo intercambio comercial, no amoroso.

El peligro está en que el momento de la primera relación sexual, independientemente de la orientación sexual (hetero, homo o bisexual) se haga no cuando se sienta que se está con la persona justa, en el momento adecuado física y sicológicamente, sino por la presión en especial del grupo de amigos que ya lo han hecho o dicen que lo hicieron, peligrando quedar fuera del grupo, tan necesario en la adolescencia para lograr seguridad y sentido de pertenencia.

Otro punto importante para la iniciación sexual, tan idealizada, es el lugar y el tiempo.

Cuántos lo tienen que hacer a escondidas en una playa, en un auto o en el monte o atrás del muro del baile, a nadie escapa que todo el erotismo y la fantasía desaparecen por el peligro de ser descubiertos, hay que ir al grano. Si unimos la inexperiencia, el apuro y los nervios consecuentes, sin duda esta relación tan soñada e idealizada, de por sí ya difícil, puede llegar a ser defraudante.

En el caso de la mujer está además el peligro del embarazo, sumado al peligro de las enfermedades de transmisión sexual.

Por querer negar la sexualidad de los jóvenes los dejamos huérfanos de información y formación.

El cuándo y donde se debe realizar la iniciación sexual va a depender de muchos factores, escala de valores, creencias religiosas, capacidad de decisión personal, independiente de cualquier coacción exterior, pero el "como" sí es terreno de la sexología.

En resumen: lugar adecuado, con todo el tiempo del mundo, con la formación necesaria,( por ejemplo el varón debe conocer los métodos para que los miedos a la ruptura del himen por parte de la mujer no se hagan realidad por una mala manipulación), comprensión de la mujer si frente a la tensión del primer coito se produce una eyaculación precoz o no se logra una satisfacción total, disfrutar en la relación sexual también se aprende), con la persona elegida, con los métodos anticonceptivos y de prevención de salud mejores, y el ideal: con la madurez física y psicológica para hacerse cargo de las consecuencias de ese encuentro. Porque a la libertad en todos los campos la debe acompañar la responsabilidad, más en la sexualidad, cuando la consecuencia puede ser una nueva vida.

 

JOSÉ LUIS SUREDA 

 

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