COMUNICACIÓN SEXUAL

Del diálogo a la plenitud

La comunicación sexual, basada en el diálogo y el mutuo interés en las necesidades de la pareja, es uno de los elementos más importantes para lograr la plenitud sexual.

No son pocos los problemas de compatibilidad sexual, que surgen de la carencia de comunicación, de las necesidades y gustos en el momento de compartir la intimidad.

Muchas parejas viven juntos durante décadas sin detenerse nunca a dialogar sobre la vida sexual, les parece incluso vergonzoso interesarse sobre las necesidades del otro en ese campo.

Cosas como que tipo de caricias o besos estimulan más a la pareja, que posición les causa mayor placer, de que forma estimular las zonas erógenas o si llega o no a lograr el orgasmo no son temas en sus encuentros para el diálogo, cuando estos momentos existen.

Normalmente una mala comunicación sexual es signo de una mala comunicación en general, en todos los aspectos de la vida.

Todo esto tiende a complicarse más, cuando la relación sexual es usada como forma de reconciliación, para ocultar crisis, desavenencias, incompatibilidades y no surge como expresión de el afecto que la pareja a venido creando en los distintos momentos de su vida de relación.

A las dificultades naturales para el diálogo, debe agregarse una escasa, nula o deficiente educación sexual. En este campo es de destacar la influencia del machismo como sistema social que determina el comportamiento de hombres y mujeres, perpetuando conductas que cercenan principalmente en el varón, sus capacidades potenciales de dar y recibir afecto.

Dentro de este contexto no podemos olvidar la crisis de identidad que vive el varón, crisis que surgió del cambio que se va dando en la sociedad, respecto a los roles otorgados por la misma a los personas de acuerdo a su sexo. Crisis que es causa incluso de problemas sexuales como impotencia, disfunción del deseo y eyaculación precoz.

Es de destacar que la comunicación humana tiene un fuerte componente no verbal, la vista es en el ser humano, luego de adoptar la posición bípeda, la primer forma de acercamiento. Esto aplicado a la sexualidad nos hace tomar conciencia de la importancia que tiene en el cortejo humano las miradas, el vestir, las poses, los mini espectáculos de desnudo, todo aquello que se hace para ser visto y atraer a la otra persona; y no estamos hablando de espectáculos públicos sino en la intimidad del hogar.

Creatividad, dar rienda suelta al espíritu lúdico, ( muy estimulado en la niñez, pero reprimido en la edad adulta ) apertura, espíritu aventurero y la convicción que en el ámbito de la pareja y en mutuo acuerdo, todo es válido para el goce de la sexualidad, dentro del marco del respeto a las opciones personales y sin dañar la dignidad del ser humano, son los mejores elementos para destrabar el diálogo y avanzar al goce pleno de la sexualidad y la comunicación en toda la vida de relación.

 

JOSÉ LUIS SUREDA 

 

 

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