AUTOEROTISMO

De la masturbación al autoerotismo

De la masturbación al autoerotismo, de la culpa al placer, ese es el camino que esta práctica sexual a recorrido durante el siglo veinte.

Pecado para la religión, inmoral para la ética dominante, patológico para las ciencias médicas.

La sexología moderna lo ve como una forma mas de vivir el placer sexual.

Si bien es cierto que en algunas etapas de la vida, adolescencia, tercera edad, en algunas circunstancias como la enfermedad o la cárcel, puede convertirse en la única forma de placer sexual, está presente desde el nacimiento hasta la muerte del individuo.

Muchas veces, en especial en la adolescencia, mas que una actividad sexual, se convierte en la válvula de escape, para las situaciones conflictivas propias del crecimiento.

De ahí la importancia de liberar a esta práctica, de toda la condena social, que aún persiste sobre ella en algunos ambientes y que hace que este mecanismo, que puede ser muy positivo se vuelva en otro motivo de conflicto.

Se habla muchas veces de que alguien afecto a esta práctica desatiende todo a su alrededor hasta llegar al agotamiento, especialmente los adolescentes.

El organismo de un individuo sano, tiene sus propios mecanismos de autoregulación, por lo que llegará un momento que será físicamente imposible continuar hasta no reponer fuerzas.

Es muy diferente la sexualidad de quien conoce su cuerpo a través del autoerotismo, ya que puede comunicar a su pareja, que lugares y que prácticas le son mas placenteras.

También es un método adecuado, para aquellos componentes de una pareja que tienen un apetito sexual mayor que su compañero y que no quieren ni obligar a la otra parte ni tener relaciones fuera de la pareja.

No olvidemos que para la sexología un comportamiento es patológico, si se vuelve la única forma de que el individuo pueda alcanzar el placer sexual.

Hilando mas fino, inclusive si esta forma de obtener placer no daña a otro ni va contra su libertad, se habla mas bien de inadecuaciones sexuales.

Es válido que alguien diga, que de acuerdo a su proyecto de persona, tal práctica siente que no lo ayuda a lograr su fin.

Como siempre es la persona, en lo mas intimo de su conciencia que debe decidir, lo importante es que lo haga con conocimientos adecuados y por propia convicción, no por prejuicios ni por ignorancia.

 

JOSÉ LUIS SUREDA

 

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